Me siento como una hoja, manejada al son del viento.. Al que sopla más fuerte. Incapaz de dirigir el camino hacia donde yo lo quiero. Dominada por las fuertes corrientes, pisoteada, mojada, ignorada. Algún día cuando no sea una simple hoja, cuando sea un árbol.. Me mantendré fuerte antes las adversidades, le plantaré cara al viento, tanta que lo que parecía una oleada de cosas sin sentido se convertirá en la caricia más deliciosa del mundo. Los recuerdos ya no harían daño, ni produciría nostalgia.. sería una bocanada de aire fresco que tanto llevaba esperando y que por fin..
LLEGÓ.
LLEGÓ.