Lo que nos une hoy es el error del ayer.

Tu voz. Vuelvo a escuchar tu voz, y entre sollozos te pregunto por qué. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué dejaste que otros labios tocasen tus labios sin ser los míos? ¿Por qué la acariciaste el cuerpo y la amaste a ella en vez de a mi? Si supuestamente yo no te quiero. Pero es inevitable: Duele. Y entonces me pides que calle. Empiezas a tocarme, a tocarme el alma, a derrumbar el muro que tenía construido y que no debería de haberse caído nada más oír la primera cuerda al aire. Y me paro a pensar...¿A cuántas les has tocado tus malditas canciones? ¿Cuántas han podido aprender poniendo sus dedos sobre los tuyos? Es la distancia lo único que nos separa, porque puedo sentirte tan cerca que es imposible no temblar. Dust in the wind...Me amas, me amas tanto que te duele verme llorar. Te amo, te amo tanto que me dolería muchísimo perderte para siempre. Nos amamos, nos amamos tanto que incluso nuestro amor, es surrealista.